En verdad que como mexicano, latinoamericano y porqué no, humano, he sufrido de violaciones a mis derechos humanos, mismos que hoy por hoy no conozco al 100%. ¿Entonces cómo sé que fueron violentados? Buena la pregunta, pero tal vez la respuesta suene Cínica y desenfadada: “Lo sé porque no me sentí bien cuando pasó”.
Lo más difícil creo que ha sido darme cuenta de las múltiples veces en que he violentado los derechos humanos de otros – esa es una declaración muy fuerte, lo sé, pero alguien la tenía que hacer – sin percatarme en el momento de que lo estaba haciendo. Existe una delgada línea entre mis derechos y los de mi compañer@ de al lado, misma que en definitiva nos es inexistente cuando se trata de estar bien con uno mismo. Ese hedonismo que muy pocos identifican en sí mismos no es egoísmo exacerbado, sino indiferencia y falta de empatía ante el otro. ¿Pero cómo brincamos cuando el pisoteado, golpeado o violentado es uno?...
Te aseguro que pocas veces te has detenido a pensar en la cantidad de veces que le has violentado los derechos humanos de otra persona, y en verdad lo has hecho, pero por desconocer cuáles son todos tus derechos humanos, ignoras cuáles son los que violentas sistemáticamente. La falta de conocimiento no te exime de la culpa, pero en algún punto deja tu consciencia tranquila.
Es mi obligación leer esa declaratoria de los derechos humanos, de la cual todo mundo habla y pocos la conocen de inicio a fin. Es mi obligación fomentar que aquellos cercanos a mí la revisen y conozcan un poco más lo que están obligados a respetar.
Suena fatal decir y asegurar que he violado los derechos humanos en diversas ocasiones, pero no soy el único. Te pido hagas un rápido uso de la memoria y cuentes con una mano los derechos humanos que recuerdes… ¿Cuántos llevas? ¿Ocupaste la otra mano? ¿Seguirás leyendo antes de comenzar a buscar en alguna página la declaratoria? En verdad que este ejercicio funciona y mira que como un mexicano más estoy consciente de la poca importancia que le daba antes, pero eso sí, el pasar de una mano para contarlos es un reto, utilizar más de dos manos es una hazaña y sabértelos todos… creo que ni en la CNDH del DF ni en la federal se saben todas.
Infinidad de veces hemos escuchado que tenemos lo que merecemos y sin empacho alguno vamos por la vida sin importarnos a quién pisamos en el camino mientras estemos bien y logremos llegar al punto propuesto, pero en algún punto, nosotros seremos ese daño colateral que no le importe a otro, cuyas oportunidades le permitan avanzar sobre nosotros.
He ahí la obligación de todos y cada uno de nosotros, respetar y no creer que por ir sin aparentes obstáculos estamos en lo correcto. Debemos frenar un poco esa velocidad a la que vivimos y tenemos que voltear, para identificar los puntos en los cuales estamos incumpliendo. Somos parte de un conjunto que desafortunadamente crece dispar y por esa cuestión la desigualdad es cada día más grande. ¿Existen seres humanos con categorías superiores o inferiores a partir de los derechos humanos que respetan o ejercen? ¿Eres lo suficientemente responsable para asumir las obligaciones que vienen con ese paquete de derechos humanos? ¿Somos lo que merecemos y tenemos lo que debemos?
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