martes, 11 de mayo de 2010

¿Y QUÉ TAL QUE NO SE ACABA?

Es absurdo seguir escuchando las apocalípticas advertencias sobre la cantidad de emisiones de gases que respiramos, el término del agua potable, el calentamiento global, el incremento de la basura y el uso de materiales que no son biodegradables… BASTA

Las advertencias se tornan en quejas, las quejas en enojo, el enojo en apatía y está última en indiferencia, la que por consecuencia produce que todo siga de mal en peor. La costumbre de aventarle la culpa a otros y no responsabilizarnos de lo que nos toca es el principio de una cadena de irresponsabilidades que no nos deja crecer y hacer.

Olvidemos los regaños, las advertencias y los juicios de valor, propongamos soluciones y comencemos desde la casa. Yo ahorro el agua que se utiliza cuando espero que se caliente al bañarme, la pongo en una cubeta y la uso para lavar el patio o para verterla en el wc; en el súper llevo la bolsa de mandado que usaba mi tía (si buscas una justificación, lo retro está de moda…) y así no necesito de por lo menos 6 bolsas de plástico (las que supuestamente son biodegradables y obvio no lo son); para moverme en fin de semana trato de caminar o utilizar la bicicleta (lo que me sirve para sentirme un poco más interesante, deportista y porqué no voltear a ver lo que con el auto no podría).

En la cuestión del ahorro energético aplica muy bien el desconectar todo – menos el refri obvio – o apagar los contactos múltiples y cambiar los focos por los ahorradores – cierto, no salen tan baratos pero es buena inversión – que además ya son de diversos colores y no solamente alumbran con el color de hospital (créanme que disminuye mucho el recibo de la luz).

¿Qué podría ser funcional para separa la basura? En verdad que da mucha flojera estar tirando la misma a cachos, pero si nos dedicáramos a hacerlo y no nos auto justificáramos diciendo: “en el camión la vuelven a revolver”; podríamos verdaderamente exigir que haya más camiones con separación de desechos y créanme cuando les digo que es nefasto tener que pagar una…che multa por no separa la basura, y créanlo o no sí te hacen ir a pagar la falta administrativa con el juez cívico (personaje que seguramente tendrá su bote de la basura con cualquier cantidad de desechos sin separar, situación que incrementará la frustración).

Como mexicanos vivimos con la justificación del otro, lo cual verdaderamente no es válido y mucho menos cuando volteas a ver lo que heredaste y lo que estarás heredándole a otros. Creo que verdaderamente si viviéramos todavía con la mentalidad de: “Si tiro basura en la calle genero empleos en el departamento del limpia de… (aquí apliquen el nombre la ciudad en la que viven)”; viviríamos en un muladar de proporciones inimaginables.

Qué bueno que no es así y por lo menos ha cambiado un poco nuestra mentalidad, ese granito de arena que hacemos todos los días sin darnos cuenta produce que podamos seguir caminando en nuestro México de los mil colores y amores, pero sería bueno que esas pequeñas acciones fueran conscientes. Todos en algún punto del día hacemos algo que ayuda a la ecología, pero no nos damos cuenta, ya que como mexicanos vivimos acelerados y en busca de la fiesta.

Soy un mexicano más con ganas de aportar un granito de arena sin que sea a través de un sermón que podría escuchar de cualquier político vacío y sin ganas de hacer más, es por ello que les compartí mi actuar en la semana y el cómo poco a poco me di cuenta que haciendo lo que hacía en casa ayudaba un poco a lo que muchos llaman conservación del planeta, yo por mi parte lo llamaría interés común, porque, ¿Y qué tal que el mundo no se acaba?...

NECESIDADES Y ADVERSIDADES

Haz el bien sin mirar a quién” Frase que usualmente encontramos en el repertorio de buenos samaritanos, filántropos o entes con personalidad protagónica y un tanto histérica. ¿Sabemos en verdad a qué se refiere el hacer este bien sin estar fijándonos a quién ayudamos?

Muchas veces el tratar de hacer un cambio genera mucho malestar en otros y frustración en nosotros mismos, pues tenemos la idea de lograr cambios de forma casi inmediata… esto no pasa (casi nunca, aunque hay una que otra excepción por ahí).

La falta de previsión, prevención y planeación hacen que en el México de nuestros amores y de mil colores se torne muy complicado hacer cambios rápidos, pues las problemáticas que han generado una cantidad de necesidades casi innumerables e innombrables, son tantas que resulta imposible definir el tipo de ayuda que se requiere primero.

Afortunadamente para muchos de nuestros connacionales, este panorama apocalíptico y caótico no ha sido impedimento para que algunos mexicanos preocupados por aportar un granito de arena a tan empantanada situación, propongan y lleven a cabo acciones sociales en sectores específicos, redefiniendo así el concepto de conciencia social y redimensionando el término hombro con hombro.

He aquí lo paradójico del asunto, el gobierno, a través de ciertas normas, leyes y secretarías complica la recepción de este tipo de ayudas, pues les resulta “raro” que la gente ayude por ayudar. Ellos como gobierno se ven rebasados y muchos se quedan chiflando n la loma sin recibir ningún tipo de apoyo, pues “ya no alcanzaron” o en su defecto no son un número tan grande como para considerarlos en diversos apoyos sociales.

Evidentemente la frustración y desilusión llegan a todos aquellos que han intentado hacer un cambio positivo, pero qué tan convencidos estaba de lograr ese cambio si a las primeras de cambio claudican y dejan todo porque se les complicó. Un verdadero luchador con conciencia social no deja que este tipo de cuestiones mermen sus ganas de lograr lo que se propuso y que conste que no trato de incitar a que se hagan marchas y plantones, por el contrario, es mucho más difícil proponer y construir qué quejarse y no hacer más que gritar y manotear.

¿Has tratado alguna vez de cambiar algo en casa? ¿Te has propuesto mejorar algo en tu familia? ¿Sabes qué tipo de problemas tienen los que viven cerca de ti? ¿Conoces a tus vecinos?

Creo que como mexicanos hemos vivido ensimismados, sin interés por el de al lado, con apatía y viviendo siempre para nosotros, pero en casos de desastre irónicamente somos los que más ayudamos.

¿Porqué no empezar a ayudarnos a nosotros mismos en casa? ¿Porqué no cambiar las conductas aprendidas desde hace décadas? ¿Porqué no tratar de cambiar algo en nuestra cuadra o edificio?

Como un mexicano más me encanta quejarme, pero creo que hoy es un buen día para activarme y usar las manos para ya no manotear, para hablar y dejar de gritar, para moverme y no quedarme estático esperando a que alguien más lo haga.

¿Serás un mexicano más o continuarás siendo uno del montón?...

DE SU ARTE A MI…

En un país lleno de artistas incomprendidos, de espacios culturales poco difundidos y con críticos que no superan ni sus propias expectativas, nuestra oferta cultural y artística se ve disminuida ante la indiferencia de todos aquellos jóvenes y adultos que optan por la dispersión común y el entretenimiento fácil.

El poco aprovechamiento de aquellos eventos culturales y/o artísticos gratuitos, obedecen al consumismo al que estamos acostumbrados, llegando al punto de aseverar: “Si no cuesta es malo”. La gratuidad de estos actos, debería ser agradecida por el público que solamente se queja y no propone, mismo que se conforma con lo que llega a saber de arte o cultura a través de algún anuncio, periódico o nota que fortuitamente descubren.

Por otro lado, la poca asistencia produce que los precios no sean accesibles para el público en general, y convierte al arte y la cultura en una actividad de ciertas esferas que se ostentan como el círculo culto de una sociedad llena de poses y seudoconocimiento, misma que limita de manera verbal y activa el acceso a la oferta cultural y artística del país. La poca demanda implicaría una oferta pequeña, pero en realidad es a la inversa; nuestra oferta va desde la calle hasta los museos, pero no se aprovecha por la existencia del mito de la preparación para el entendimiento pleno del arte.

El arte se siente y se vive, no es algo que deba tratar de entender con meras cuestiones académicas y de forma. La expresión artística más pura produce algo en aquel que lo percibe, ve y vive; pero el académico olvida su vocación docente de enseñanza y limita en muchas ocasiones el libre sentir del arte, provocando por ende la disminución cultural de una sociedad y de un país.

Entremos entonces en el gran debate, cobrar o no, abrir o reducir, participar o evadir. ¿Tenemos el arte que merecemos? ¿Recibimos una oferta cultural digna del espectador? ¿Necesitamos conocimientos para disfrutar del arte? Creo que como mexicano tengo el derecho a recibir arte y la obligación de contribuir a la cultura, a tener acceso a mayores espacios y hacer la difusión de los mismos, a ser parte y no voltear la cabeza ante lo que tenemos enfrente. Puedo accesar a más y mejores eventos, a diversas ofertas culturales y artísticas en la medida que así lo exija, sea gratuitos o con algún costo; debo difundir todo aquello que esté en mis manos y dentro de mis capacidades, fomentando así una oferta cultural más extensa y mejorada, disfrutando el arte como es, sin tapujos ni bloqueos socialmente impuestos por aquellos que se creen con más estatus y con poder sobre el arte y la cultura.

Tenemos el arte que nos han hecho creer que merecemos, vivimos bajo la creencia de no poder disfrutar o apreciarlo por no tener conocimientos especializados, lo vemos como algo accesorio en nuestras vidas, sin percatarnos que nos encontramos rodeados por ella. Mientras que a la cultura la subvaluamos por vivir en una eterna adoración de lo extranjero , comparando la tradición con lo moderno, siguiendo tendencias que unos cuantos ponen de moda y que sin darnos cuenta es aquello que ya teníamos pero simplemente no llevan una firma o no se encontraban en aparadores de tiendas prestigiosas.

Creo verdaderamente en no desperdiciar las oportunidades que tenemos dentro y fuera de la Ciudad de México, en empezar por apreciar y defender lo nuestro y no lo que nos venden como novedosos por ser extranjero, en generar cultura al difundirla, en darle continuidad a los espacios y ofertas artísticas y culturales para justificar un costo accesible y no permitir que sean accesos limitados a sectores de élite.

Dejemos de quejarnos y preocuparnos para así poder ocuparnos…

CABAÑAS: MÁRTIR O LA SANTIFICACIÓN DE UN BAR DE ESCENARIOS

Soy un mexicano más, lo sé, y tú también, al menos a nivel popular somos un numerito más en estadísticas, ratings, censos, y por donde le quieras ver a cualquier forma o medio de medir en cuanto a masificación, pero tu individualidad importa un pepino para estos fines; no por ello significa que no puedas llegar a identificarte con lo que otro mexicano más piensa y opina de la bizarres que a veces resulta vivir en este país y en la capital aun más!

Hace algunas semanas, para ser exactos el 25 de enero de este año corriente… Resultó herido de bala en plena olla de las ideas, a quema ropa, uno de los principales íconos del balompié nacional actual: adoración de unos, enemigo de otros (futbolísticamente hablando). No cabe aquí hablar de los detalles ya vertidos en los principales medios de comunicación socorridos por el público, sino de porqué ha tenido eso que mermar de forma indirecta la vida de los demás.

1. Cabría reclamarle a las autoridades la gran estupidez de: “baleado el niño hagamos un teatrito”, y decretar el cierre de centros de diversión al siguiente fin de semana en un horario por demás reducido, como medida para no salir de casa. Si pensaban que el tipo que le disparó al futbolista andaba todavía en esta ciudad, fue una medida por demás errónea, que obedeció en cierta forma a la intención de calmar la opinión pública nivel nacional e internacional en materia de seguridad. Tema en el cual, estamos más que rostizados a nivel mundial, ya no se diga por el narco, las guerrillas en el sur, los periodistas asesinados, los chavos ejecutados en Chihuahua, las muertas de Juárez, la corrupción a nivel federal, estatal, local y una larga lista de secuestros en todas sus modalidades, más todo aquello de lo que tú te acuerdes y no figure en esta lista. Otra medida que no fue de mucha ayuda fue el limitar la venta de bebidas alcohólicas a ciertos horarios, pero con algo tienen que salir en los medios a recalcarte lo imbécil que eres si crees que “gobiernan por tu bien”.

2. Es bien sabido que si algo es sagrado a nivel popular en este país, después de la Guadalupana, las garnachas y el alcohol, es el futbol, y más lo son los principales actores involucrados en ello; si a esto le sumamos que el club deportivo al cual pertenece dicho personaje, es de los más acogidos por la gente e intereses empresariales en medios de comunicación… la bomba es extremadamente desastrosa. La fanaticada se vio afectada por no contar con un ídolo en el campo de juego, formularon hipótesis como si pagaran por ello y al final de todo el asunto queda en uno de de esos mil misterios sin resolver; y como si todo esto no fuera lo suficientemente nefasto, salió a relucir a la opinión pública que ciertos personajes de la farandulilla mexicana estaban envueltos en este “merequetengue”.

Por cierto, a la fecha no se ha podido determinar la situación mercantil del establecimiento: se clausura o se le permite operar de nuevo. Aunque tú y yo sabemos bien que en un par de semanas, quizás meses eso vuelva a la normalidad.

3. Muchos cometieron la burrada de ponerse a justificar al futbolista por su “supuesta inmoralidad en cuanto a esparcimiento se refiere”, ya sabemos que para eso de las morales de 3 pistas a doble piso, los mexicanos somos especialistas… ¿No?

Entonces qué nos sorprende descubrir el modus vivendi de un pobre mortal más, o es que la diferencia está en que es una figura pública y ejemplo para los niños. Creo que en lugar de que sus padres se esmeren en explicarles las cosas como son a los chilpayates, le dejan irresponsablemente la chamba a los medios, total todo ello es el reflejo del lodazal en el que vivimos, no? Claro sin ofender a los afectados de Chalco, que literalmente si se las vieron negras.

El punto aquí es cómo a pesar de ello, se le santificó al interfecto con las muestras de cariño y afecto del publico en estadios, hospital y donde más se pueda colar un: “Chava los goles te esperan”, ja! Obvio, no es algo que uno le desee al prójimo, pero no por ser el que se llevo la peor parte significa que sea el que tenga menos culpa del estado en que se encuentra. Pero en el sentido misericorde del pueblo que ha sido engañado por tanto medio de comunicación malo… hasta Judas sería mártir!

En fin, soy solo un mexicano más que externa su opinión, y que seguramente no seré el único que esté harto del chiquero que tiene de fondo y se vuelve cada suceso en este país, que dicho sea de paso, parece que cada vez explora nuevos horizontes del surrealismo.

TAMBIÉN LO HE HECHO…

Suena increíble que el país más corrupto del mundo sea Nueva Zelanda y nosotros ocupemos el lugar 89 en este rubro, pero la incongruencia llega al punto máximo cuando ubican a México como el 5 país más violento en inseguro y Nueva Zelanda está dentro de los primeros que mantienen estabilidad política y sistemas democráticos en buen estado. ¿No es contradictorio que el país más corrupto se encuentre por encima de nosotros? ¿Será que la gente está consciente del dónde y cómo está? ¿O más bien las declaraciones de nuestro dirigentes en cuanto a la relación entre corrupción e inseguridad están un poco erradas?

Como mexicano estoy seguro de que todo empieza desde nosotros, la urgencia, la falta de previsión y por supuesto, esa falta de responsabilidad ante las consecuencias de los actos que realizamos, nos convierten en ese ente torcido, que se justifica ante el acto de corrupción con una excusa que se torna en “razón válida” para dar una mordida o soborno, colarse en una fila, copiar en un examen, evitar un trámite, voltear la cara y fingir que no pasó nada cuando un amigo hace algo mal o porqué no, justificarlo y defender el acto a capa y espada.

La corresponsabilidad lleva de la mano una serie de actos encadenados que a la larga repercuten en nosotros mismos y es ahí donde se hace presente la queja y el malestar. Suena muy sencillo decir “llámalos por su nombre, corrupto”, pero cuándo empezaremos a hacerlo frente al espejo… No es válido quejarse de lo que uno ha hecho y aventar culpas a diestra y siniestra, tampoco es válido olvidar que el participar en cualquier acto de corrupción nos acerca más a un escenario inseguro.

Por otro lado se ha generado una ola de números 01-800 en los cuales puedes denunciar desde actos ilícitos hasta situaciones de violencia, pero en verdad quién se da a la tarea de utilizar estos canales. No estoy diciendo que no funcionen o que no se utilicen, pero sí afirmo que nunca he utilizado alguno como seguramente la mayoría de los mexicanos.

El no hacer uso de estos canales que cada vez son muchos más, nos hace responsables de un estancamiento social, en el cual la queja con el de al lado es el pan de cada día, pero cuándo empezaremos a tomar la responsabilidad y dejar la apatía que nos llena de pies a cabeza.

Como mexicano estoy consciente de la situación o situaciones de mi país, el cambiar de colonia, calle, demarcación delegacional o estado se convierte en un volado que yo mismo he propiciado, que todos hemos generado y que no reconocemos. Seguiremos en un sube y baja de inseguridad, corrupción y mentiras, mientras dejemos pasar de largo y voltear la cabeza cada vez que se presente una situación como las antes mencionadas.

Comencemos a usar los canales adecuados, aquellos que nos ponen a la mano y hagámoslo de forma seria, sin juguetear ni chistar, porque al hacerlo, lo único que produciremos será que dejen de existir las vías y que cada vez más mexicanos se conviertan en entes faltos de valor, responsabilidad, honestidad y calidad humana.

Hoy por hoy pienso en ser un mexicano más, pero no del montón, sino uno de los que se sume a la corta lista de soñadores e ingenuos (como los llaman), que buscan hacer las cosas diferente, que necesitan levantar la voz y mirar de frente, no voltear y aventar culpas. Soy lo que soy y en verdad te pido me disculpes por haber propiciado en algún momento que la corrupción creciera…

LOS DERECHOS HUMANOS… ¿Y MIS OBLIGACIONES CUÁLES SON?

En verdad que como mexicano, latinoamericano y porqué no, humano, he sufrido de violaciones a mis derechos humanos, mismos que hoy por hoy no conozco al 100%. ¿Entonces cómo sé que fueron violentados? Buena la pregunta, pero tal vez la respuesta suene Cínica y desenfadada: “Lo sé porque no me sentí bien cuando pasó”.

Lo más difícil creo que ha sido darme cuenta de las múltiples veces en que he violentado los derechos humanos de otros – esa es una declaración muy fuerte, lo sé, pero alguien la tenía que hacer – sin percatarme en el momento de que lo estaba haciendo. Existe una delgada línea entre mis derechos y los de mi compañer@ de al lado, misma que en definitiva nos es inexistente cuando se trata de estar bien con uno mismo. Ese hedonismo que muy pocos identifican en sí mismos no es egoísmo exacerbado, sino indiferencia y falta de empatía ante el otro. ¿Pero cómo brincamos cuando el pisoteado, golpeado o violentado es uno?...

Te aseguro que pocas veces te has detenido a pensar en la cantidad de veces que le has violentado los derechos humanos de otra persona, y en verdad lo has hecho, pero por desconocer cuáles son todos tus derechos humanos, ignoras cuáles son los que violentas sistemáticamente. La falta de conocimiento no te exime de la culpa, pero en algún punto deja tu consciencia tranquila.

Es mi obligación leer esa declaratoria de los derechos humanos, de la cual todo mundo habla y pocos la conocen de inicio a fin. Es mi obligación fomentar que aquellos cercanos a mí la revisen y conozcan un poco más lo que están obligados a respetar.

Suena fatal decir y asegurar que he violado los derechos humanos en diversas ocasiones, pero no soy el único. Te pido hagas un rápido uso de la memoria y cuentes con una mano los derechos humanos que recuerdes… ¿Cuántos llevas? ¿Ocupaste la otra mano? ¿Seguirás leyendo antes de comenzar a buscar en alguna página la declaratoria? En verdad que este ejercicio funciona y mira que como un mexicano más estoy consciente de la poca importancia que le daba antes, pero eso sí, el pasar de una mano para contarlos es un reto, utilizar más de dos manos es una hazaña y sabértelos todos… creo que ni en la CNDH del DF ni en la federal se saben todas.

Infinidad de veces hemos escuchado que tenemos lo que merecemos y sin empacho alguno vamos por la vida sin importarnos a quién pisamos en el camino mientras estemos bien y logremos llegar al punto propuesto, pero en algún punto, nosotros seremos ese daño colateral que no le importe a otro, cuyas oportunidades le permitan avanzar sobre nosotros.

He ahí la obligación de todos y cada uno de nosotros, respetar y no creer que por ir sin aparentes obstáculos estamos en lo correcto. Debemos frenar un poco esa velocidad a la que vivimos y tenemos que voltear, para identificar los puntos en los cuales estamos incumpliendo. Somos parte de un conjunto que desafortunadamente crece dispar y por esa cuestión la desigualdad es cada día más grande. ¿Existen seres humanos con categorías superiores o inferiores a partir de los derechos humanos que respetan o ejercen? ¿Eres lo suficientemente responsable para asumir las obligaciones que vienen con ese paquete de derechos humanos? ¿Somos lo que merecemos y tenemos lo que debemos?